Existen unas 30.000 especies de peces en el mundo, de las cuales 14.000 son de agua dulce. Estas últimas son un grupo muy diversificado, debido al aislamiento evolutivo y a las condiciones medioambientales de cursos fluviales muy específicos. Y lo cierto es que el 76% de las especies críticamente amenazadas son de agua dulce.
Según la Lista Roja de la IUCN, en Europa existen 5.096 especies de peces de agua dulce, de las cuales 2.506 están amenazadas. En Navarra, hay 20 especies nativas de peces, diez endémicas, una en estado crítico (la anguila común), una en peligro de extinción (la lamprehuela) y dos en estado vulnerable. Más concretamente, en Pamplona, son siete las especies nativas que aparecen hoy en día en sus ríos, entre ellas una especie vulnerable como es la bermejuela. También se ven seis especies introducidas, identificadas como invasoras.
La Agenda 21 de esta ciudad ha hecho la coordinación editorial del libro Fauna acuática de los ríos de Pamplona, como parte de la colección Biodiversidad Urbana de Pamplona y fruto de la investigación del Departamento de Biología Ambiental de la Universidad de Navarra.
En el documento (descargar PDF) encontramos, numerosas fotografías, un interesante trabajo de campo, análisis sobre la ecología de los ríos, en sus distintos tramos y las especies de peces, otros vertebrados, moluscos bivalvos y gasterópodos y otros invertebrados que hayan sido «visibles». A tener en cuenta que los mamíferos, aves, reptiles y anfibios acuáticos han sido tratados en publicaciones previas y que están disponibles en Agenda 21 de Pamplona.
En el consistorio pamplonés destacan la recuperación ambiental y paisajística de este entorno fluvial, constituido por los ríos Arga, Sadar y Elorz.
Por su parte, el Gobierno de Navarra en la Memoria de la Red de Calidad de Aguas Superficiales sobre el principal río de la capital decía: «ha habido 9 puntos clasificados como muy buenos, 4 como buenos y 2 como moderados. La calidad del agua en el río Arga se puede calificar como muy buena aguas arriba de Pamplona y pasa a buena tras pasar por la ciudad. Después de recibir el vertido de la EDAR de Pamplona (Estación Depuradora de Aguas Residuales de Arazuri) la calidad pasa a moderada y los niveles de todos los contaminantes aumentan significativamente. Después de Etxauri la calidad del río vuelve a ser muy buena, aunque se va registrando un aumento progresivo de la concentración de nitratos. Desde el año 2007 se ha registrado una notable mejoría de los niveles de contaminantes quedando de manifiesto en este 2011».
Te puede interesar
El efecto Nagoya en los recursos genéticos y la biodiversidad
El paseo fluvial es una opción
Botánicos te acompañan en rutas turísticas