Hasta ahora, el platino, el magnesio, el indio, el grafito natural y muchos otros no son vistos como parte de una economía circular. Por tanto, existen oportunidades de mejora para reutilizar y reciclar estos materiales primordiales en la Unión Europea.
En un informe reciente, los científicos del Joint Research Centre (JRC) analizaron cómo se utilizan actualmente las materias primas críticas (CRM) en la UE y si su uso está en línea con los principios de la economía circular. Hablamos del antimonio, LREE (elementos ligeros de tierras raras), galio, magnesio, berilio, germanio, grafito natural, metal de silicio, bismuto, tántalo, helio, niobio, tungsteno, cobalto, HREE (elementos pesados de tierras raras), vanadio, indio y roca fosfórica, entre otros.
Aunque varias materias primas fundamentales tienen un alto potencial de recuperación, y a pesar del impulso de algunos gobiernos para avanzar hacia una economía circular, su tasa de reciclaje al final de su vida útil (EOL-RIR) es generalmente bajo.
El reciclaje puede ser una fuente importante de materias primas críticas (CRM). Puede contribuir a la seguridad del suministro y favorecer el avance hacia una economía más circular. Por ello, una buena medida del uso circular de CRM es lo que aporta el reciclaje a la demanda de materiales. Para esto, la tasa de entrada de reciclaje al final de la vida útil (EOL-RIR) mide qué cantidad de la entrada de material total en el sistema de producción proviene del reciclado de «chatarra vieja» (es decir, chatarra post-consumo).
Vanadio, tungsteno, cobalto y antimonio los más reciclados
Algunas materias primas, a saber, vanadio, tungsteno, cobalto y antimonio tienen una alta tasa de entrada de reciclaje. Tales buenos rendimientos pueden explicarse por el hecho de que la tasa de recolección al final de la vida útil es alta. El tungsteno se usa principalmente en máquinas y herramientas y el vanadio en aleaciones de acero (ambas manejadas principalmente por empresas) que, por lo tanto, son bien recolectadas. El cobalto y el antimonio se utilizan principalmente en baterías, que también están bien recogidas debido a la legislación sobre residuos.
Algunos otros recursos tienen una buena tasa de reciclaje al final de su ciclo de vida (por ejemplo, las tasas de reciclaje de metales del grupo del platino ‘PGMs‘ alcanzan hasta 95% para los catalizadores industriales y el 60% para los catalizadores de automóviles) pero esta contribución en gran medida es insuficiente para satisfacer su demanda creciente y por lo tanto la tasa de entrada de reciclaje es baja (del 14% para los PGMs).
Por qué no se recuperan todos
Sin embargo, la recuperación es disímil y en muchos casos, baja. Y esto se debe a varios factores, entre ellos, a las tecnologías de clasificación y reciclaje para muchas materias primas que aún no están disponibles a un costo competitivo. O, porque tampoco es posible recuperar materiales que están muy disipados por su uso.
Por otra parte, el suministro de muchos recursos está actualmente encerrado en activos de larga duración, lo que implica retrasos entre la fabricación y el desguace y, por lo tanto, influye directamente en la tasa de entrada de reciclaje. Además, la demanda de muchos CRM está creciendo en varios sectores y la contribución al reciclaje es en gran medida insuficiente para satisfacer la demanda.
El indio disperso en las pantallas planas
Cuando se observa un elemento como el indio, que se utiliza de forma masiva en pantallas planas, solo cantidades muy pequeñas de este material se reciclan debido a la falta de infraestructuras y los precios volátiles del metal. Por lo tanto, la tasa de entrada de reciclaje actualmente es nula. Sin embargo, se están investigando y desarrollando procesos ejemplares de reciclaje para extraer indio de pantallas de forma económica.
El informe concluye que para varios sectores económicos en la UE, el uso de materias primas críticas está lejos de ser completamente circular. Las lagunas se deben a diversos factores, incluida la pérdida de materiales durante la recolección y el reciclado de productos al final de su vida útil.
El JRC entrega un análisis detallado para algunos sectores como residuos extractivos, vertederos, equipos eléctricos y electrónicos, baterías, sector automotriz, energía renovable, defensa y productos químicos y fertilizantes, describiendo el estado actual de las materias primas clave críticas e identificando una serie de buenas prácticas en cada sector.
No sólo reciclaje
Los científicos argumentan que las iniciativas de investigación e industria deberían fomentar soluciones eficientes en el uso de materias primas críticas en varios sectores y que no solo se considere el reciclaje, sino también la reutilización, la extensión de la vida útil del producto y los nuevos modelos comerciales.
En una economía circular, el uso de residuos y recursos se reduce al mínimo, y cuando un producto llega al final de su vida útil, los materiales que contiene se vuelven a utilizar. Sin embargo, los materiales reciclados actualmente todavía representan solo una pequeña proporción de los materiales de producción en la UE.