Aunque no exista un consenso mundial acerca de cómo medir la sostenibilidad, los indicadores utilizados por la Eurostat, indican que hay mejoras en la productividad de los recursos; la tasa de empleo de personas mayores y en las emisiones GEI, en la Unión Europea, desde el 2000. En cambio, presentan un deterioro en los indicadores de exclusión social y pobreza; la ayuda oficial al desarrollo, que no cumplirá con el objetivo del 0,7% en 2015, y la población de aves comunes, por ejemplo.
La oficina estadística de la Unión Europea ha publicado su sexto informe (en pdf) de seguimiento de la Estrategia de Desarrollo Sostenible de la región, donde evalúa el progreso hacia los objetivos utilizando más de 100 indicadores, agrupados en diez áreas temáticas. La evaluación considera dos períodos: el largo plazo, que representa los cambios desde el año 2000, y el corto plazo, que mira las tendencias en los últimos cinco años.
Mejoras
Donde la entidad ve avances, en ambos plazos, es en la «producción y consumo sostenibles» donde el indicador principal, la productividad de los recursos, ha mejorado sustancialmente desde 2002 gracias a una reducción general del consumo interno de materiales y un aumento en el PIB. Por su parte, la tasa de empleo de los trabajadores mayores, el indicador principal del ítem «cambios demográficos«, ha aumentado continuamente desde 2002. En 2013, la UE alcanzó su objetivo de empleo del 50% en los trabajadores de más edad, que había sido planteado originalmente para 2010.
Un desarrollo favorable también se ha visto en las emisiones de gases de efecto invernadero (emisiones de GEI), uno de los indicadores principales de la «cambio climático y energía«. Las emisiones han disminuido de manera constante en el largo plazo. «De continuar esta tendencia es probable que supere su objetivo de 2020 de reducir las emisiones en un 20% en comparación con los niveles de 1990 de la UE», afirma Eurostat.
Dentro de la dimensión económica del desarrollo sostenible, el PIB real per cápita, su indicador principal, muestra un panorama general favorable para la UE, al aumentar en más del 13% entre 2000 y 2014. Más atrás se ubica la esperanza de vida al aumentar moderadamente en el largo plazo, lo que refleja algunos avances positivos en el área de «salud pública».
Deterioros
El indicador principal del área de «‘inclusión social» se ha desarrollado de una manera desfavorable durante el período a largo plazo con casi una de cada cuatro personas en la UE en riesgo de pobreza o exclusión social en 2013.
El consumo de energía primaria, el segundo indicador del «cambio climático y la energía» también se ha comportado desfavorablemente hasta el año 2006. Desde entonces, sin embargo, la tendencia se ha invertido y existe una reducción continua. Similares conclusiones se pueden extraer en las tendencias de consumo de energía del transporte en relación con el PIB, el indicador principal del tema «transporte sostenible» que muestra una tendencia moderadamente desfavorable a largo plazo, pero una clara tendencia favorable a corto plazo.
El estado de la población de aves comunes, el indicador principal de «recursos naturales», se ha deteriorado en el largo plazo. En su evolución a corto plazo se ha agravado aún más, como consecuencia de la disminución sustancial de la abundancia de aves camperas.
Por último, en relación con los compromisos en el área de «asociación global«, el aumento de la proporción del ingreso nacional bruto (INB) gastado por la UE en la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) ha sido demasiado lento como para cumplir su objetivo de dedicar el 0,7% en 2015.