Después de un amplio acuerdo político, el Gobierno noruego ha anunciado que no se perforará este tesoro natural durante los próximos cuatro años.
Por más de 20 años, la industria de las energías fósiles ha estado luchando por el control de este conjunto de islas árticas para extraer gas y petróleo. Sin embargo la resistencia de las comunidades locales, los gobiernos municipales, los pescadores y los grupos ecologistas ha logrado proteger el archipiélago de Lofoten.
La zona cuenta con una gran riqueza natural desde la colonia de aves marinas más importante de la Europa continental hasta arrecifes únicos de agua fría o el caladero de bacalao más grande del mundo. Debido a su biodiversidad excepcional y la fragilidad de sus ecosistemas, la extracción de petróleo alrededor de las Islas Lofoten podría tener un impacto devastador.
El archipiélago ha sido objetivo de las grandes petroleras durante décadas ya que se estima que contiene alrededor de 1.300 millones de barriles de petróleo. Con su quema se emitirían más de 500 millones de toneladas de CO2, lo que multiplicaría por 10 las emisiones anuales de gases de efecto invernadero generadas por Noruega.
En el nuevo acuerdo de coalición firmado entre los partidos noruegos, conservador, progresista y liberal, se anunció que no se perforará el tesoro natural del área de Lofoten. La decisión ha supuesto un gran triunfo para Amigos de la Tierra de Noruega y Europa, que ha estado luchando para proteger el área a lo largo de las dos últimas décadas. También es una victoria colectiva de todo el movimiento europeo Fossil Free.
La sociedad civil contra las energías sucias
Durante años, la mayoría de la ciudadanía noruega se ha posicionado en contra de la extracción de petróleo en esta zona, mostrando su compromiso en la lucha frente al cambio climático. Una vez más el Gobierno noruego ha asumido su responsabilidad internacional de proteger y preservar este ecosistema único y frágil.
La industria del petróleo no lo ha tenido nada fácil, y se ha encontrado con una gran oposición desde el principio. Por ejemplo, Amigos de la Tierra Noruega se ha enfrentado, en seis ocasiones desde 2001, a las grandes petroleras. Aun así, la industria no se ha dado por vencida y ha seguido presionando para perforar el archipiélago ártico.
Tras esta victoria, los activistas creen que no verán una plataforma petrolera operando alrededor del archipiélago de Lofoten. Al menos no será así por cuatro años.
Sin embargo, señalan desde la ONG que la lucha continúa en otros campos de batalla, con el fin de acabar con la extracción de combustibles fósiles a lo largo de la costa noruega. Desde los colectivos ciudadanos consideran que la conciencia pública sobre los impactos del petróleo y el gas está creciendo, por lo que es el momento de seguir haciendo frente a la industria y lograr dejar el petróleo bajo el suelo.
Imágenes e información desde Amigos de la Tierra.