Un vídeo de ON Zientzia llama la atención sobre la importancia de la biodiversidad en la dispersión de las semillas y de cómo la desaparición de los grandes dispersores pone en riesgo el desarrollo futuro de muchas plantas.
Y es que las semillas se dispersan por aire, agua, por autopropulsión y a través de los animales. Éstos, por ejemplo, encuentran en los frutos una buena fuente de alimentación y como resultado ayudan a la diseminación. La digestión animal procesa la parte jugosa del fruto dejando las pepitas y huesos intactos. Más tarde son excretados, en algunas ocasiones, muy lejos de la planta «padre».
Intercambio
Otros animales, entre ellos los humanos, dispersan las semillas a través de su piel como en el caso del género Arctium. Esta especie tiene diminutos ganchos que se adhieren a los animales cuando pasan.
Mientras, algunos humanos se juntan para intercambiar lo que atesoran.
El Museo de Educación Ambiental de Pamplona, ofrece esta primavera el punto de intercambio de semillas como viene siendo costumbre. El objetivo de esta iniciativa es promover la conservación de las variedades locales de cultivo y la diversidad de semillas, caminando así hacia la agroecología. Aquí el programa del museo que incluye el calendario con la actividad.