La industria del plástico integrada por los fabricantes de este material -Dow, DuPont, ExxonMobil, INEOS, Repsol- y por sus distribuidoras -Coca Cola, PepsiCo, Nestlé y Unilever- esperan duplicar la fabricación de envases de plástico de un sólo uso en las próximas décadas. Al mismo tiempo, presiona en contra de una legislación que dé solución al ahogamiento de los océanos y distrae con falsas soluciones «voluntarias». Por qué iban a matar a la gallina de los huevos de oro…si además, dice la industria, la culpa es de las personas y de los municipios que no reciclan bien.
Las empresas que extraen combustibles fósiles, los convierten en los componentes básicos del plástico y dan forma a los envases. El proceso se completa cuando las empresas de bienes de consumo rápido transforman estos envases en artículos de marca. Por tanto, hay que tener en cuenta que las poderosas compañías de combustibles fósiles, están involucradas en múltiples partes de la cadena de suministro de plástico, incluida la exploración y extracción de combustibles fósiles, el procesamiento químico y, también, la fabricación de bienes de consumo.
Los gigantes petroquímicos se benefician de la integración vertical, que significa que una empresa también es propietaria de sus proveedores, distribuidores y minoristas. Esto crea un incentivo financiero para que aumenten continuamente la producción dual de combustibles fósiles y productos plásticos de un solo uso (por ejemplo, bolsitas, envases de snacks, botellas de agua e innumerables otras formas de empaque) para vender en todo el mundo. Si bien el mundo ya se está ahogando en plástico de un solo uso, la industria petroquímica planea aumentar la producción de plástico en un 40% durante la próxima década.
Solo el 9% de todo el plástico que se ha fabricado se ha reciclado, sin embargo, las empresas que producen este plástico continúan elogiando el reciclaje como la solución definitiva para combatir la crisis de contaminación por plástico.
La industria atribuye la culpa de los desechos plásticos y la contaminación a las personas que no reciclan el plástico después de su uso y también culpa a los municipios y gobiernos locales por no proporcionar suficiente infraestructura de reciclaje para todos los desechos plásticos que se generan. Sin embargo, la mayoría de los plásticos de un solo uso simplemente no se pueden reciclar o no es económico hacerlo, especialmente cuando el costo del plástico virgen es muy bajo. Incluso en países donde el sistema de reciclaje de plástico está avanzado, las tasas de reciclaje siguen siendo bajas y la mayoría del plástico termina siendo incinerado, depositado en vertederos o vertido al medio ambiente. La única forma de resolver verdaderamente la crisis de la contaminación plástica es detener la fabricación de plástico.
Soluciones falsas
Investigadores de Changing Markets han identificado tres tácticas que utiliza la industria del plástico para promover soluciones engañosas, mientras continúan produciendo cada vez más plástico. La primera, es retrasar la regulación presionando para que se hagan «compromisos voluntarios». La segunda, es esquivar astutamente su papel en la crisis, y la tercera, hacer descarrilar la legislación con soluciones reales.
Los compromisos voluntarios, herramientas potentes de marketing
Los compromisos voluntarios se utilizan para retrasar la legislación porque las empresas pueden afirmar que ya están lidiando con el problema. También se utilizan como herramientas de marketing y, a menudo, aparecen en campañas publicitarias. En realidad, los compromisos voluntarios rara vez avanzan en la lucha contra el daño ambiental, a pesar de que reciben la atención de los medios, el elogio de los accionistas e incluso de emporios de consultoría medioambiental que avalan estos lavados de cara.
Las estrategias industriales más poderosas a menudo se manifiestan en coaliciones internacionales. Grupos como Alliance to End Plastic Waste incluyen algunos de los productores petroquímicos más grandes del mundo y las principales compañías contaminantes de plástico como miembros. Bajo esta bandera, la Alianza gasta cientos de millones de dólares destacando soluciones falsas y ejecutando proyectos de reciclaje y limpieza a pequeña escala. Mientras hacen esto, sus miembros continúan ganando miles de millones de dólares vendiendo los mismos desechos plásticos que dicen querer detener. Si bien algunas empresas fomentan tácticas para el final de la vida útil como el reciclaje y la limpieza de playas, también están aumentando agresivamente la cantidad de plástico que producen.
Peor aún, presionan fuertemente contra cualquier acción gubernamental para restringir la proliferación de plásticos de un solo uso.
En su informe, Break Free From Plastic, un grupo de casi 2.000 ONG que monitorean y exponen los desechos plásticos de las empresas más grandes del mundo señala las principales marcas detrás de los plásticos en 55 países.